
San Martín consideraba que las escuelas, los libros, el teatro, y otras actividades educativas sostenían el concepto de libertad por el que tanto trabajó.
Era un gran lector y a todas partes donde iba trasladaba su Biblioteca personal. Trataba de fomentar la lectura entre sus soldados y entre los habitantes de los pueblos que iba liberando.
En cada ciudad liberada fundaba una Biblioteca.